Ahorra dinero y evita desperdicio de alimentos en 6 pasos
El desperdicio de alimentos no solo perjudica al clima, sino que también afecta tu bolsillo. Con unos pocos cambios en tus hábitos diarios, puedes marcar la diferencia y ver crecer tu cuenta bancaria.
El desperdicio de alimentos: un problema global
El desperdicio de alimentos es un problema mundial. Cuando los alimentos se descomponen en vertederos, liberan metano, un potente gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático. Los investigadores estiman que el 8-10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero provienen únicamente del desperdicio de alimentos.
Pequeños cambios pueden generar un gran impacto
Cada año, se desechan 1.300 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo, lo que equivale a aproximadamente un tercio de toda la producción alimentaria. Aunque abordar este problema a nivel global puede parecer abrumador, puedes empezar con pequeños cambios en tu hogar. Es más fácil de lo que piensas, y lo mejor es que reducir el desperdicio de alimentos también te ahorra dinero. Más comida en tu plato significa menos en la basura y más en tu bolsillo.
Consejo: Revisa tu refrigerador antes de decidir tu menú.
Usa ingredientes de temporada, minimiza el consumo de carne y compra local
Elegir ingredientes locales y de temporada ya reduce la huella de carbono de tus comidas. Los estudios muestran que reducir el consumo de carne y lácteos puede ahorrar hasta una tonelada de CO₂ al año. Los alimentos locales y de temporada suelen recorrer distancias más cortas, reduciendo aún más las emisiones.
Seis consejos simples para reducir el desperdicio de alimentos
- Revisa tu refrigerador: Haz un inventario de lo que ya tienes antes de ir de compras. Esto reduce el riesgo de comprar duplicados.
- Usa planes de comidas: Planifica tus comidas para la semana y compra solo lo que necesitas. Asegúrate de incluir las sobras en tu plan.
- Utiliza tu congelador: Congela las sobras para extender su vida útil y evitar que se desperdicien.
- Comprende las etiquetas: «Consumir preferentemente antes de» indica calidad, mientras que «consumir antes de» se refiere a la seguridad. Los alimentos suelen ser seguros para comer después de la fecha «preferentemente antes de» si aún tienen buen aspecto y huelen bien.
- Controla las porciones: Cocina solo lo que necesites. Si tienes sobras, guárdalas para otro día.
- Etiqueta y fecha las sobras: Mantén tu congelador y refrigerador organizados para rastrear lo que tienes y cuándo debe consumirse.
Siguiendo estos consejos simples, puedes reducir fácilmente el desperdicio de alimentos y contribuir a un planeta más saludable. Los pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en la lucha contra el desperdicio de alimentos.