Mantente abrigado: 5 formas simples de ahorrar energía

Cuando las temperaturas bajan, es esencial mantener tu hogar cálido sin desperdiciar energía. Con algunos ajustes, puedes estar cómodo sin gastar demasiado.

Aquí tienes cinco trucos sencillos para ahorrar dinero y proteger el medio ambiente.

1. Mantén tus radiadores en buen estado

Los radiadores necesitan funcionar eficientemente para calentar tu hogar. Purga tus radiadores unas cuantas veces al año para eliminar bolsas de aire, las cuales pueden crear zonas frías y reducir la distribución del calor.

Evita colocar muebles frente a los radiadores, ya que esto bloquea la circulación adecuada del calor. También puedes instalar reflectores de radiador detrás de ellos. Estos cuestan alrededor de 200 DKK y ayudan a dirigir el calor de regreso a la habitación en lugar de a la pared, ahorrándote dinero.

2. Abrígate con ropa cálida

Es más económico mantener tu cuerpo caliente que calentar toda una habitación. Usa varias capas de ropa para retener mejor el calor corporal. Unos calcetines gruesos, un suéter abrigado y una manta acogedora pueden marcar una gran diferencia.

Considera invertir en una manta eléctrica: puede mantenerte cálido por solo unos pocos céntimos por hora y es mucho más barata que subir la calefacción. Combínala con una almohadilla térmica o una bolsa de agua caliente para prolongar el calor.

Abrígate bien este invierno y ahorra energía en casa.
La ropa abrigada te mantiene cálido mientras reduces el consumo de calefacción.

3. Seca tu ropa al aire

Las secadoras consumen mucha energía. Secar tu ropa al aire es más económico y ecológico. Tiende tu ropa al aire libre si el clima lo permite o usa un tendedero interior. Si necesitas más calor, considera un tendedero calefaccionado como alternativa eficiente.

Usa la configuración de centrifugado más alta en tu lavadora para eliminar la mayor cantidad de agua posible, permitiendo que la ropa se seque más rápido. Evita secar ropa directamente en los radiadores, ya que esto reduce su eficiencia.

Secar la ropa al aire libre ahorra energía y cuida el planeta.
El sol y el viento son gratuitos—usa la naturaleza para secar tu ropa.

4. Bloquea las corrientes de aire con burletes

Las corrientes de aire pueden enfriar una habitación y aumentar la necesidad de calefacción. Usa burletes o barreras para sellar las rendijas debajo de las puertas. Son económicos y fáciles de fabricar con tela vieja o cojines. Colócalos debajo de las puertas de habitaciones no calefaccionadas o en la entrada principal para evitar que entre el aire frío.

5. Aprovecha el calor del horno

Después de cocinar, deja la puerta del horno abierta para que el calor residual caliente tu cocina. Esto utiliza el calor por el que ya has pagado. Sin embargo, hazlo solo si no hay niños pequeños o mascotas cerca, para evitar riesgos de seguridad.

Pequeños cambios, gran impacto

Estos pequeños ajustes pueden marcar una gran diferencia en tu comodidad y consumo de energía. Prueba estos cinco consejos sencillos para mantenerte más cálido mientras ahorras dinero y energía este invierno.